sábado, 26 de diciembre de 2009

2010: El cambio nunca viene


Hoy por hoy la vida es una carrera asfixiante por alcanzar aquel sitial anhelado, que conlleva prestigio, tranquilidad, y armonía. Pero que no habla de un sentido.
La mecánica de nuestra sociedad expresa una ansiedad acerca del futuro, y el medio mas utilizado para poder calmar este malestar es asegurando de alguna manera el bienestar económico.
El dinero es la primera razón que nos impulsa, que nos mueve y que modifica nuestra conducta, nuestros intereses y proyecciones. Sin el, no podemos comprar, no podemos trasladarnos, no podemos relacionarnos con un otro, no podemos alimentarnos, abrigarnos, etc. Sin poder adquisitivo no figuramos.
Que el aspecto monetario haya tomado ribetes tan fundamentales en la vida de cualquier hombre, de a poco, y gracias a las distintas técnicas en cuanto al trato de la economía, ha hecho que las personas, adquieran rápidamente costumbres de consumo. Necesidad imperiosa de adquirir, de poseer lo que se desea, al cualquier precio.
Ese rasgo consumista, se apropia de la invasión informática, la cantidad de información cada vez es mayor y la vida entonces de a poco pareciera ser mas y mas llevadera.
Cuando personas comunes y corrientes hacen de las herramientas modernas los que les place comienza a generarse un abuso y una degeneración. Se pervierte la utilidad de la herramienta pues el acceso a ella se hace demasiado sencillo.
El hombre de hoy, traicionado por su ansia y desesperado por adquirir, hace de la modernidad un malo uso, se comienza a utilizar el internet para crear estafas, redes de pedofilia, sexo cibernético, robos, etc. Se comienza a abusar de los créditos y prestamos, el dinero como llega se va y la gente consume en cosas que no son realmente necesarias para vivir.
Por otro lado esta el sistema, que aprovechándose del estado clorofórmico en el que entra la gran mayoría de las personas, llena las calles de publicidad vendiendo así una imagen ideal, un cuerpo perfecto, la casa soñada, el estado financiero anhelado, etc. La televisión bombardea constantemente mostrando lo que deberíamos de tener. La gente consigue empleos que odia para pagar productos que no necesita. Finalmente lo que tienen acaba poseyéndoles.
Ante este escenario, en donde estamos como animales amaestrados por algún ente soberano, que nos mantiene contentos y enceguecidos por banalidades para no pronunciarnos ni advertir lo importante, aceptamos los abusos y permitimos, sin quererlo, que exista un alguien que nos tiene siempre la bota encima.
El cuerpo como bien dice Le Breton “se ha convertido en un accesorio de la presencia.” Es una imagen, una postal, y en el mejor delos casos, un medio.
Actualmente el cuerpo está pre-concebido, nadie se pregunta que es esto de tener un cuerpo, en que consiste, que significa, solo existe. En la vorágine social no hay margen para cuestionar ni reflexionar acerca de nuestro ser, de la modificación constante que sufre nuestro sistema biológico, de la cantidad de posibilidades que entrega nuestro cuerpo, etc. Sobretodo desde que somos obligados a creer en un ideal de belleza occidentalizada. El fundamento estético empuja a la necesidad de taparnos, esconder nuestros “defectos”, sentirnos desconformes, incompletos, feos y torpes por estar tan lejos de esa belleza que llena las portadas de revistas y los programas de televisión.
El hombre actual le teme al rechazo, existe una inseguridad por sentirse desplazado, ignorado, para poder obtener seguridad necesita crear nexos con el modelo de hombre ideal, con una buena billetera, un físico de deportista y una sonrisa perfecta.
En general no existe roce, respeto ni cordialidad, todo es efectista, es ahora. Las relaciones humanas son mínimas. La sensación de aburrimiento, de somnolencia y cansancio reducen a cero las posibilidades de un cambio y como el aire esta viciado por esta cedena de roles inevitables el tiempo se divide en trabajo, estudio, y descanso, la necesidad es producir.
El cuerpo hoy es solo un medio para conseguir una vida exitosa, pero no es la razón del éxito. La felicidad no pasa por la salud sino por las apariencias, El cuerpo es el pretexto.

1 comentario:

vivinci dijo...

recorde el exemen de movimiento....
oie si es que lo repetimos, imagino que tu te unes! verdad!

digo por alli, en algun interescuelas de inacap!

quien sae
yo la dejo ahi!